El cuarto mono
“Ricos y pobres son iguales delante de un cuchillo”
EDITORIAL: Destino.
PÁGINAS: 560
GÉNERO: Thriller
FECHA RESEÑA: 7 noviembre, 2018
El detective de Homicidios de la Metropolitana de Chicago, Sam Porter, a pesar de estar apartado del servicio por cuestiones personales, recibe aviso para personarse en un accidente de tráfico. Al llegar al lugar de los hechos le explican que un peatón ha sido atropellado por un autobús municipal. El conductor insiste en que el sujeto se arrojó contra el autobús y que ha sido un suicidio. Ciertamente todo apunta a ello. Sam Porter, no acaba de entender el motivo por el cual se ha requerido su presencia, nada tiene que ver con un posible homicidio. Sin embargo, tras registrar al suicida, descubren una especie de diario y una pequeña caja blanca atada con un cordel de color negro. Dentro se encuentra la oreja de una chica joven. Esa caja blanca, es la firma del Cuarto Mono, un asesino en serie que ha tenido en jaque al cuerpo del policía de Chicago durante algo más de cinco años. Su modus operandi es siempre el mismo: nunca mata a sus víctimas de inmediato, sino que las mantiene vivas unos días mientras envía tres cajas a las familias: la primera de ellas con una oreja, la segunda con los ojos, la tercera con la lengua.
El Cuarto Mono, está narrada a través de tres voces e historias perfectamente diferenciadas y entrelazadas. Por un lado, seguiremos la investigación policial que Sam Porter, junto con su equipo (sus eficaces compañeros Nash, Clair, el informático Kloz y el novato Paul Watson) llevarán a cabo para averiguar la identidad del anónimo suicida, a la par que emprenderán una frenética carrera contrarreloj para localizar a la dueña de la oreja amputada quien, según la forma de actuar del Cuarto Mono, todavía debe estar viva, por lo que el tiempo jugará un papel crucial en esta investigación. Por otro lado, con 'flashbacks' en forma de diario conoceremos la infancia de nuestro asesino, a modo de autobiografía, relata en primera persona los hechos que marcaron su vida y que le motivaron que se convirtiera en un asesino extremadamente meticuloso, con una visión retorcida y absolutamente despiadado con sus víctimas. Y finalmente, compartiremos con Emory, la última chica secuestrada por el Cuarto Mono, la agonía, dolor, sufrimiento y miedo que padecerá en el agujero negro donde se encuentra secuestrada, dado que es plenamente conocedora que está siendo víctima del regreso a la puesta en escena del Cuarto Mono.
Estas circunstancias deberían ser suficientes alicientes para hacer que cualquier lector se decante por la lectura de este libro. Sin embargo, si existe alguna duda al respecto, ésta queda totalmente disipada cuando el diario que la policía de Chicago encuentra entre las pertenencias del supuesto Cuarto Mono comienza de la siguiente manera: “Soy un ladrón, un asesino, un secuestrador. He matado por diversión. He matado porque era necesario. He matado por odio. He matado simplemente por satisfacer esa necesidad que suele crecer dentro de mí con el paso del tiempo, una necesidad muy similar a un hombre que solo puede saciar la tentación de la sangre o el canto que hay en el grito del tormento”. En este momento, sabes que te encuentras ante un libro distinto a los demás que no podrás resistirte a leer. Y así es.
Son muchísimos los aspectos para destacar de “El cuarto mono”, pero me gustaría resaltar algo que me ha resultado novedoso y es que a lo largo de la lectura, cual pizarra de departamento de homicidios, el autor haga una recopilación de las pruebas que se han encontrado y de la situación en que se encuentra el caso, de tal manera que el lector avanza en la investigación al mismo ritmo que el equipo liderado por Sam Porter. Igualmente, sobresalen los diálogos que mantienen los miembros del equipo de Sam Porter que le confieren al libro un toque dinámico y ágil, transmitiendo la sensación de estar viendo una serie norteamericana de policías.
También tengo que advertir que el diario que lleva consigo el suicida anónimo es espeluznante dado que relata escenas bastante fuertes que pueden herir la sensibilidad de personas aprensivas, ya que se describen de manera muy gráfica mutilaciones y torturas que infringe nuestro asesino y sus padres a sus víctimas.
“El cuarto mono” es un thriller espectacular (uno de los mejores que he leído últimamente) de lectura adictiva que engancha al lector desde su inicio. Una trama bien urdida, inteligente y, sobretodo, diferente que mediante continuos saltos entre los diferentes personajes, le confieren a la novela una agilidad y un ritmo que no dejan de crecer para, por momentos, llegar a ser trepidante y asfixiante, ya que si algo sabe hacer J. D. Barker es cortar un capítulo y pasar a la siguiente trama justo en el momento más álgido de la narración, haciendo caer así al lector en la trampa mortal de leer un capítulo más, dándote así cuenta de que el Cuarto Mono tenía razón: no podrás dejar de leer.
“El cuarto mono” es una novela brillante con un final que sorprenderá a más de uno y que no dejará indiferente a nadie, por lo que os recomiendo encarecidamente esta lectura porque, sin ninguna duda, se convertirá en una lectura imprescindible.
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