La tierra de las mujeres

“La tierra de las mujeres” es la segunda novela de una tetralogía escrita por Sandra Barneda, que girará en torno a los cuatro elementos clásicos griegos: aire, agua, fuego y tierra, pero estas novelas son absolutamente independientes entre ellas.

Gala Marlborough es una mujer que vive en Nueva York con su familia y sus dos hijas, tiene una vida acomodada y tranquila. Un buen día, recibe una herencia inesperada de un familiar de cuya existencia desconocía. Por lo que tiene que viajar hasta un pueblo del Ampurdá llamado La Muga con sus dos hijas, Kate y Adele. Su intención es pasar los días necesarios para solucionar los temas legales y vender todo para poder regresar a Nueva York. Pero, una vez allí las cosas no resultan tan sencillas como imaginaba y la vida de su tía abuela, Amelia Xatart empieza a intrigar a Gala.

“La tierra de las mujeres” es una novela de mujeres, son ellas las protagonistas de la historia, y sin llegar a ser una novela coral, se podría decir que todos los personajes femeninos aportan algo a la historia. La novela está narrada en tercera persona por un narrador omnisciente.

El personaje de Gala sufre una conversión importante a lo largo del libro, este viaje supone para ella un viaje a su interior, a pensar y profundizar en lo más íntimo de su vida. Gala descubre un diario que su tía abuela dejó escrito para ella en el que le relata toda su vida.

Pero no solo Gala sufre una transformación, sus hijas descubren en ese lugar un mundo diferente al que conocían, unas mujeres, las matriarcas de la tierra, que con su forma de ser, su sabiduría, sus conocimientos, consiguen que la vida de estas neoyorquinas cambie para siempre.

Sandra Barneda consigue crear una ambientación extraordinaria del lugar, de sus gentes, del estilo de vida de ese pequeño pueblo con unas descripciones excepcionales.

“La Muga poco había cambiado con el paso del tiempo, ese pueblo antiguamente romano sabía protegerse muy bien de las nuevas costumbres tan poco respetuosas con la historia”.

“La tierra de las mujeres” está narrada de forma ágil, sencilla con abundantes diálogos que le dan ritmo a la historia pero creo que hay detalles que le restan dinamismo, como la traducción que hace la autora a pie de página de frases en otros idiomas y anglicismos, como ya utilizó en su primera novela, “Reír al viento”.

La novela me ha resultado lenta, es verdad que hay partes que llegan a enganchar al lector pero, en otros cuesta seguir el ritmo, los capítulos son muy extensos. Quizá hubiera cobrado más ritmo si algunas partes de la trama hubiesen tenido un desarrollo diferente ya que hay temas que a priori, parece que vayan a ser importantes en la narración y luego acaban decayendo.

En definitiva, “La tierra de las mujeres” es un viaje al interior de las personas, de encuentros y desencuentros, de secretos, de la autenticidad, una evocación al origen y un canto a la vida en todas sus vertientes.