El día que se perdió la cordura
“Le sorprendió cómo siempre estaba allí, en cada uno de sus malos momentos”
EDITORIAL: Suma
PÁGINAS: 456
GÉNERO: Thriller
FECHA RESEÑA: 10 septiembre, 2018
El día que se perdió la cordura tiene un arranque totalmente sorprendente e impactante, un día normal aparece por las calles de Boston un hombre completamente desnudo llevando en su mano la cabeza decapitada de una mujer joven. El hombre es detenido por la policía y conducido al centro psiquiátrico de la ciudad donde será puesto bajo la supervisión del Dr. Jenkins que contará con la ayuda de la especialista en perfiles del FBI Stella Hyden.
El envío de una caja misteriosa al centro psiquiátrico hará que la agente Stella Hyden se ponga al frente de la investigación y conseguirá que los tres se embarquen en una investigación que les llevará al origen de todo, al pueblo de Salt Lake, diecisiete años atrás.
Javier Castillo consigue enganchar al lector desde el inicio de la novela, cosa que para ser un thriller considero fundamental.
En este libro encontramos con una narración a tres voces, por una parte tenemos a dos narradores protagonistas, Jacob y Steven que nos cuentan su historia y, por otra parte aparece un narrador omnisciente que nos relata todos los acontecimientos, del presente y del pasado, tanto de la historia actual como del pasado.
La novela recurre con frecuencia al flashback para rememorar los acontecimientos que condujeron a los personajes a la situación actual.
En algunos momentos del libro puede resultar un poco difícil situarse en el lugar y en la época en la que están pasando los hechos pero, cada capítulo se inicia con la fecha y hora en la que nos encontramos cosa que ayuda al lector.
Los capítulos del libro son cortos y el empleo de los saltos temporales que hemos comentado hace que la lectura de la novela resulte ágil.
Respecto a los personajes no acaban de estar bien dibujados, excepto Jacob que muestra una evolución importante a lo largo de todo el libro, los otros personajes principales quedan algo difusos, principalmente Stella Hyden, creo que Javier podría haber sacado más partido a este especialista en perfiles del FBI que hubiera ayudado a hilvanar la trama de forma más creíble.
En mi opinión, para ser la primera novela del autor creo que ha conseguido crear una historia trepidante, con algunos giros inesperados, una lectura amena llena de misterio y de suspense hasta la últimas páginas. Ya sabemos que existe una segunda parte “El día que se perdió el amor” en la que espero el autor haya pulido algunos detalles que, sin embargo, no hacen desmerecer el resultado final del libro.
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Es complejo .lioso y pierde calidad .el segundo es igual no apto para lectores con problemas de comprension